A veces me sorprende la volatilidad que tienen los sentimientos.
Lo que hoy hace que se te desangre el alma, mañana puede producirte una leve tristeza.
Esto hace que me plantee muchas cosas cuando afronto una situación. Extrapolo mi mente hacia el futuro y finjo hasta la aprehensión que en realidad no me importa.
He llegado a creerme tanto mi propia interpretación que he llegado a dudar de la veracidad de mis sentimientos.
¿Era dolor? A veces el orgullo y el ego se vuelven protagonistas en una unión de sentimientos provocados.
Cuando las acciones ya no te importan. Cuando el pasotismo se vuelve hecho y la tolerancia se convierte en indiferencia.
Me ilusiono con la misma facilidad que abanico las expectativas y las hago desaparecer. Cuestión de prioridades. Hay quien lo llama amor propio. Yo lo llamo efectividad emocional.
Acabas de hacerle el amor, y los segundos parecen horas en tu cabeza. Pasado el calentón no queda más que unas risas forzadas y una camisa desabrochada.
Y ésto hace que me pregunte "Is it worth?"