Te pienso.Relajada, en el último asiento de un autobús que se aferra a finalizar su trayecto con algún minuto de ventaja.
Te pienso. Entre murmullos a gritos y pitos rabiosos en una ciudad que no descansa.
Te pienso. Logrando abstraer mi razón al punto exacto donde quiero. Tu mirada.
Fantaseo. Invento, idealizo, imagino otra realidad en la que mi presencia te importa.
Fantaseo. No me contento con importarte, visualizo tu insistencia para fascinarme.
Me deleito. Disfruto ensimismada en mis pensamientos. Pero el estornudo de mi acompañante me hace volver a la realidad. Ésa en la que para ti solo soy un juego, en la que tú eres puro ego.
En la que yo solo te tengo, cuando te pienso.