Los términos de esas disyuntivas que planteas no tienen por qué ser necesariamente excluyenes. No hay que renunciar a uno para optar por el otro: simultanéate.
Depende, sobre una cuestión no puedes afirmar o negar a la misma vez. Si algo te hace llorar, la posibilidad de que también te haga reir es casi nula. Puedo correr y saltar a la vez, sí, pero correr hace que avances o te retrases velozmente y saltar también, pero en menor proporción. Hay veces que la decisión es el eje de tus vivencias. De ello depende el trayecto que sigas. No es fácil decidir,cuando posees infinitas posibilidades. Y todo sin saber con certeza lo que la ejecución de cada una conlleva. Puedes crear hipótesis en tu mente y sopesarlas...de ahí mi entrada.
2 comentarios:
Los términos de esas disyuntivas que planteas no tienen por qué ser necesariamente excluyenes. No hay que renunciar a uno para optar por el otro: simultanéate.
Depende, sobre una cuestión no puedes afirmar o negar a la misma vez. Si algo te hace llorar, la posibilidad de que también te haga reir es casi nula. Puedo correr y saltar a la vez, sí, pero correr hace que avances o te retrases velozmente y saltar también, pero en menor proporción.
Hay veces que la decisión es el eje de tus vivencias. De ello depende el trayecto que sigas.
No es fácil decidir,cuando posees infinitas posibilidades. Y todo sin saber con certeza lo que la ejecución de cada una conlleva.
Puedes crear hipótesis en tu mente y sopesarlas...de ahí mi entrada.
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