jueves, 31 de marzo de 2011

Tengo mi tristeza siempre ahí, escondida poniéndose guapa...***

Aquí os dejo una de mis canciones favoritas. Cómo no, de Iván Ferreiro. (=

Dártelo es mi privilegio
y como te lo doy,
te lo podré quitar...
Un corazón no es para siempre
a veces tienes q devolverlo...

miércoles, 30 de marzo de 2011

Corazones de papel

Cuando era pequeña (y no tan pequeña), mi madre me ponía películas de Disney , o sea , que he crecido entre cuentos de hadas, príncipes, princesas, ranas y brujas malvadas.

Quizás, sea por lo que en cuestión de sentimientos, no logro evolucionar a la velocidad que lo hacen a mi alrededor.

Antes recuerdo que las parejas eran eso, parejas. Y las parejas son la unión de dos personas.
Cuando lograbas besarte con el chico o la chica que te gustaba se daba por sentado que “estabais saliendo” porque todo lo rodeaba un hilo de inocencia, dulzura, nerviosismo etcétera y de lo único que te tenías que preocupar era de que esa “relación” funcionase.
Ahora no.
Ahora, si te besas con el chico o la chica que te gusta, resulta que aunque para ti haya sido lo más maravilloso que te ha pasado, para él o ella, es posible y bastante probable que solo haya sido eso, “un beso”.

Puede ocurrir y ocurre -de hecho es lo más frecuente- que para él o ella no haya significado nada. Que seas una más de esa semana o incluso de ese día. Pero eso tú en el momento de besarle, no lo sabes.
Entonces ya no te tienes que preocupar porque esa “relación” funcione, porque simplemente no hay relación. Eso sí, te tienes que preocupar de cuántas han estado en la misma situación que tú en un corto periodo de tiempo o si lo que para ti ha sido lo más deseado para él ha tenido importancia por mínima que fuera.
Y entonces pueden pasar dos cosas. Que logres averiguar que no le importas y caso cerrado.
Habrás malgastado tu tiempo en ilusionarte, porque claro, hablo de mi opinión y yo no concibo un beso sin ilusión, no me entra en la cabeza la capacidad de besar por pura atracción física. Eso para mi es menospreciar mis besos, regalar mis besos. Y yo no regalo mis besos. 


Pero también puede pasar que sí le intereses y entonces... entonces hamija tienes un gran problema. Porque ahora llega lo novedoso, ahora llega lo evolucionado, ahora viene el “periodo de transición”.
Ese periodo que existe ahora en el que no sabes cómo comportarte, qué hacer, qué no hacer. Porque todo puede ser usado en tu contra. Si lo llamas o compartes más de la cuenta, eres una pesada agobiante que va deprisa, sin embargo, si no lo llamas, o te dejas arrastrar/llevar a lo que el quiera, eres demasiado fría y pasota. Y lo más importante, mientras tú estás emocionada con la situación, mientras tú te centras en él y te vas ilusionando, puede que él solo te “esté conociendo”dato importante porque “puede conocer a otras a la vez”.
Esa es la clave.
El periodo de transición puede durar un día, una semana, un mes, o el tiempo que estés dispuesta a aguantar. O quizás tengas suerte, le expliques la situación, te comprenda y quiera recibir lo que estás dispuesta a compartir.
Por todo eso pienso que ahora, los corazones son de papel, los te quiero son de quita y pon, y se borran con tipex. Porque quedan pocos sueños que compartir y la desconfianza ha invadido los resquicios de ilusión que se agarran con fuerza en el interior de gente que aún confía como yo. 
Que aunque los sentimientos evolucionen, aunque los príncipes azules se sustituyan por abrigos de temporada, yo no regalaré mis besos, y seguiré guardándome un “te quiero” para el que no quiera evolucionar conmigo.

lunes, 28 de marzo de 2011

He aprendido a apreciar...

El ronroneo de mis gatos.
El olor a café recién hecho.
Beber agua cuando tengo mucha mucha sed.
Que mi abuela logre acordarse de mi.
Pasear por las noches a mi perro.
Poder estudiar lo que me gusta.
El olor a primavera.
Mirar las estrellas desde mi cama.
Que mi ordenador funcione bien.
Ir al cine en el último pase.
Que me abraces.
Que mi madre sonría.
Que retenga lo que estudio
La arena de la playa entre los dedos de los pies.
El silencio.




martes, 22 de marzo de 2011

Saturación.

Pues sí, me saturo.
Y me cabreo, y lloro, y grito , y mcpm de mucha gente,  porque yo también tengo emociones y reacciones. 
Que a veces parece que yo no siento ni padezco; que solo me rio, gasto bromas y aconsejo.
Pues no.
A mi también me apetece que me llamen y me pregunten cómo estoy. Que me abracen cuando mi cara parezca un cuadro. Que me den tiempo para estar sola. Porque a mi también me apetece mandarlo todo a la mierda. 
Todo y a todos.
Porque no, hoy no me apetece hablar; hoy no me apetece ver qué vestido te has comprado, o escuchar con qué tio has estado.
Hoy es uno de esos días en los que me vuelvo a replantear dejarme la carrera, buscar un trabajo y volverme a ir a un piso. Y me daría igual haber estado cuatro años estudiando. Y perder de vista todo y a todos. Porque a veces por mucho que te esfuerces las cosas no salen bien. Y un día.. y otro... y otro... y otro... hasta que te SATURAS. Y hoy es ese día. Y no me apetece escuchar consejos. Porque esos consejos deberían de haber aparecido antes.
No ahora. 
No cuando no hay más oportunidades. 
Y sí, mañana al despertar será otro día. Mañana pensaré que todo ha pasado. 
Y volveré a empezar...
Pero ahora mismo no. Ahora mismo solo tengo en mi cabeza. SATURACIÓN. 

jueves, 17 de marzo de 2011

GAFE

No creo en el mal de ojo, ni en la mala suerte,  sobre todo con las tonterías esas de los gatos negros... pasar por debajo de una escalera... martes trece.. etcétera. 
Pero la verdad... después de esta semana (que por favor quiero que acabe YA) empiezo a pensar que alguien me ha echado una maldición, es imposible que tannntas cosas me salgan mal en tan poco tiempo.  Bueno, no soy dramática, son pequeñas cosas, pero que si las unes...  Gracias doy porque he salido con bastante sentido del humor, y lejos de hundirme me río e intento ver el lado positivo... pero si os cuento... JÁ

Hoy es Jueves, ya... por fin... pero me di cuenta de mi mala suerte ayer, aunque todo comenzó el Martes. 
En una optativa, nos mandaron un caso práctico que (por suerte) encontré en internet y encima, resuelto, (toma ya). Pero no lo guardé, dije - va como está resuelto, ya lo haré- . 
Cuando por la noche del martes, me puse a buscarlo de nuevo ( ya que era para el día siguiente) ¡Sorpresa! ya no estaba. Me diréis... "no buscaste bien, eso no es posible". SÍ LO ES.  Pero bueno, no pasa nada, -haz los casos tú, vaga- me dije. Y así hice.Me tiré el martes por la noche hasta las 4 am haciendo esa práctica y otra de otra asignatura. Ambas para el mismo día. ( no lo dejes todo para el último momento, te pasa por vaga).
  Pero seguimos...
Llega el miércoles. Yo había quedado con mis padres para comer en el Thader a las 14:45 por tanto me llevé el coche a  la facultad por la mañana que tenía clase de 13 a 14:15. 
Salí de casa con tiempo de sobra, y pasé a echarle diesel al coche (añado que era mi segunda vez, mi primera sin acompañante). 
Ahora llega lo bueno. 
Salgo del coche, y lo cierro. Me pongo a abrir la tapa de la entrada del gasoil y no iba - claro pava, va con el cierre del coche- perfecto , miro hacia los lados para que nadie me haya visto y lo abro bien; saco el tapón y lo dejo encima de la papelera.
Me doy la vuelta y.. ¡Ta-chan! se había colado DENTRO de la papelera. Sí, eso mismo. Ruego a todos los santos que no esté la papelera llena, y que la tapa se pueda abrir bien. 
He tenido suerte. La tapa se puede quitar, pero no tanta, la papelera está llena.
Miro hacia los lados... y cuando creo que nadie me ve rebusco... que.. menos mal que SOLO tenía guantes de plástico dentro. Encuentro la tapa. Echo gasoil. Cierro la tapa. Voy a pagar. Me meto en el coche. Me dispongo a salir. El cinturón no va. 
Diez minutos más tarde, cuatro uñas menos, cien kilos de paciencia gastada y tres vueltas por la gasolinera respirando tranquila después. El cinturón volvió a funcionar.
Caminico de la universidad, con mi música, ya relajada - aunque menos porque la hora se echaba encima- las marchas del coche empiezan a ir algo duras,  pero pienso que como soy un desastre, estaré nerviosa y no las meteré bien. 

Llego. Aparco. Entro a clase. Salgo de clase. Arranco. Camino al Thader. Las marchas empiezan a fallar en Juan XXIII. La tercera no entra bien. Voy en segunda desde esa redonda hasta el Thader. Sí. Las bicicletas me adelantaban. Sí. Iba a cuarenta. 
Me equivoco de entrada al centro comercial ( vale no había ido nunca conduciendo yo). Después de un rodeo del quince llego. Sana y salva. Eso sí 40 min después. 
Hablo con mi padre. El embrague había muerto. SUERTE que no me dejó tirada por en medio del camino. SUERTE pienso, SUERTE.
Veo como la grúa se lleva mi coche. Y tras la comida, la espera, la grúa, etcétera miro la hora y  me doy cuenta de que no llego a clase, a entregar la práctica que me hizo trasnochar. BIEN. 

No pasa nada. Por la noche el Real Madrid pasó a cuartos. No tienes tan mala suerte. Pienso.
Duermo. Pensando que solo ha sido un mal día. Se pasa. Seguro que se pasa. 

Esta mañana me despierto pensando en que ya es jueves. Ya queda menos. Me pongo feliz a pasar apuntes. A ponerme al día felizmente. Adivinad quien se ha quedado colgado y ha borrado todo el trabajo realizado de 10:30 a 12:30 am. Sí, mi pc. 
Exacto, cuando lo reinicio -de golpe porque no iba bien-  no se había autoguardado NADA. Porque, se me olvidaba decir, que el día anterior -miércoles- la licencia del world 2010 pirata se caducó. Lo desinstalé e instalé el libreoffice o como se llame (que por cierto es una mierda) y parece ser que NO AUTOGUARDA NADA. 
Aún así pienso en positivo.  Hoy no he ido a clase por si me atropellan, o tiro a alguien por las escaleras sin querer.  Sin embargo me ha llamado mi jefe. El sábado entro UNA HORA más temprano. Cobrando lo mismo, claro.

Y yo pienso.. Joe , hay que ver, ¡¡¡qué suerte tengo !!!!



martes, 8 de marzo de 2011

Uno de los 365 días de la mujer trabajadora


Es la mujer del hombre lo más bueno, 
y locura decir que lo más malo, 
su vida suele ser y su regalo, 
su muerte suele ser y su veneno. 
 
Cielo a los ojos, cándido y sereno, 
que muchas veces al infierno igualo, 
por raro al mundo su valor señalo, 
por falso al hombre su rigor condeno. 
 
Ella nos da su sangre, ella nos cría, 
no ha hecho el cielo cosa más ingrata: 
es un ángel, y a veces una arpía. 
 
Quiere, aborrece, trata bien, maltrata, 
y es la mujer al fin como sangría, 
que a veces da salud, y a veces mata.
 Lope de Vega

M3


No te preocupes de si estoy o no estoy.
Ni te preguntes a dónde he ido. 
No te preocupes de si voy a volver.
Ni el camino que he seguido.
Pregúntate  por qué no estoy.
y por qué me he ido. 
Preocúpate por si te querré  al volver
o si te habré olvidado por el camino...
Definitivamente.