La impotencia de no saber qué hacer, qué decir, qué pensar.
De repente mis besos no son necesarios. Las ganas de verme se esfumaron tan rápido como el humo de un cigarro.
Nuestras miradas ya no tienen complicidad, y eso hace que retumbe en mi cabeza si es que alguna vez la tuvieron, o solo existían en mi pensamiento.
Mis roces fortuitos no te erizan la piel, ni mis palabras te hacen sonreír de la misma manera.
De repente todo desapareció, y lo peor es que me culpo porque sigo buscando tu mirada , provocando tu roce y necesitando tus besos.
Y lo que debe desaparecer son mis recuerdos, porque cada vez estoy más segura de que ni siquiera existieron.
7 comentarios:
=´(
Sé lo que es eso.. cacafuti del rico.
MUAAAASS
Lucia, es dura esa situación helada que se vive cuando ya no hay amor entre dos personas, y una de ellas, aún espera recuperarlo. Pero nadie dijo que el mundo fuese perfecto.
Por otro lado quería añadir, como he leído haca poco, que los recuerdos no son verdaderos, son una imagen desvirtuada del recuerdo que vivimos, nunca el original.
Besos.
Si ya no hay nada que mirar... ¿QUé miras?
A otra cosa mariposa... ;**
Soy de los que pienso que las
Miradas nunca mueren...
Esa desorientación emocional me despierta ternura y también me resulta muy familiar.
Besos.
el verso final, que caído del resto con peso propio y epítome devastador. muy hermoso.
un beso.
Soy incapaz de añadir nada a tus pensamientos. Que son míos,o así los hago. ¿Qué pensar? ¿Qué hacer? ¿Qué actitud tomar? Todo se escurre...
Beso
Publicar un comentario